viernes, 16 de marzo de 2012

¿Qué si estoy enfadada? No, DOLIDA

Siempre tengo que estar pendiente de como se siente la gente, de decir las cosas con tacto y sutileza, de no hacer bromas en el momento inoportuno, de morderme la lengua para no hacer daño con mis palabras, de preocuparme y estar ahí, sin condiciones, sin que nadie me lo pida. Alejarme cuando lo necesitan, acercarme sin reproches. Contener mis pensamientos, mis sentimientos y mostrarme fuerte para dar fuerza cuando ésta flaquea. Puede que a veces me equivoque, es más.. estoy segura de que  me equivoco, como es normal.
No me pesa nada de ésto, sólo espero que tú...también hagas algo de ésto por mi. 
Tus bromas cada vez me cuestan más. Y como siempre... me lo callo, porque si lo digo soy una egoísta, pero no te olvides de una cosa, cada uno tiene un límite, y el mio ya está sobrepasado.
Aún y así, la solución es muy fácil, solo tienes que dar un paso hacia mí.
¿Lo peor de todo? Que sé que no lo harás, te crees mejor que nadie y eres demasiado orgullosa para dar tu brazo a torcer.

Está claro, esta vez yo no lo voy a hacer...ya me cansé.



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