Basta. Estoy fuera. De los recuerdos. Del pasado. Pero
también estoy perdido. Antes o después las cosas que has dejado atrás te alcanzan.
Y las cosas más estúpidas, cuando estás enamorado, las recuerdas como las más
bonitas. Porque su simplicidad no tienen comparación. Y me dan ganas de gritar.
En este silencio que hace daño. Basta. Déjame. Ponlo todo de nuevo en su sitio.
Así. Cierra. Doble vuelta a la llave. En el fondo del corazón, allí, en aquella
esquina. En el jardín. Algunas flores, un poco de sombra y después dolor.
Ponlos allí, bien escondidos, te lo ruego, donde no duelan, donde nadie pueda
verlos. Donde tú no los puedas ver. Otra vez enterrados. Ahora está
mejor... Mucho mejor.
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